Nutrición en artrosis y osteoporosis

ARTROSIS Y OSTEOPOROSIS

 
 
OSTEOPOROSIS
 
Después de los 50 años, sobre todo en las mujeres blancas de estatura reducida, se observa una disminución del hueso trabecular que se traduce con una merma de la masa cálcica total. En algunos casos esta disminución es significativa: pérdida del hueso trabecular del 0,5 a 2 % por año. 
 
La causa es multifactorial. La merma en la movilización habitual (personas muy sedentarias) es una de ellas, a la cual se asocia el déficit de aporte alimentario de calcio (es necesario como mínimo 1 g de calcio diario) o bien, el aumento de la excreción como se observa en la inmovilización prolongada en cama, el alcoholismo, el hipertiroidismo, las enfermedades hepáticas o en el tratamiento con corticoides. 
 
En la mujer sucede cuando disminuyen los estrógenos en la postmenopausia, como puede ocurrir en el hombre con la caída de los andrógenos en el hipogonadismo. 
 
Todavía no está aclarado fehacientemente el papel de los verdaderos responsables de la regulación del metabolismo del calcio, como son la parathormona, la calcitonina y la 1,25-hidroxicolecalciferol, en la génesis de la osteoporosis postmenopáusica aunque se descarta que son protagonistas. Esto posibilita la ocurrencia de fracturas con traumatismos mínimos. Es la causa más importante de fracturas en el mundo occidental. El riesgo es 2-4 veces mayor en las mujeres que en los hombres. 
 
La probabilidad de fracturas de cadera aumenta 1.3 % por año en mujeres mayores de 65 años y la mitad en el caso de los hombres. A los 65 años, la incidencia es de 1-2/1.000 para las mujeres y de 0.5-1/1.000 para los hombres. A los 85 años, los índices correspondientes son de 25/1.000 para las mujeres y de 10/1.000 para los hombres. 
 
Esto está agravado por el hecho de que, después de los 60 años, un tercio de las personas sufren una caída por año. Como todos los tejidos del organismo, el hueso también está sometido a la involución que, a partir de cierta edad y mediante un balance esquelético negativo, determina una disminución de la masa ósea. 
 
Anatómicamente, la osteoporosis es una lesión del hueso caracterizada por un progresivo adelgazamiento de las trabéculas óseas, mucho más intenso y rápido que el fisiológicamente evolutivo. Las trabéculas mantienen su estructura orgánica y mineral, pero su adelgazamiento ocasiona que se amplíen los espacios intertrabeculares, haciendo que el hueso compacto se transforme en esponjoso con una estructura menos espesa. En resumen, se produce una reducción de la cantidad total de tejido óseo. 
 
 
 
ARTROSIS
La artrosis es una enfermedad producida por el desgaste del cartílago, un tejido que hace de amortiguador protegiendo los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación. Es la enfermedad reumática más frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada. Se sabe, por ejemplo, que en España la padece hasta un 16 por ciento de la población mayor de 20 años y, de ellos, las tres cuartas partes son mujeres.
La artrosis es más frecuente en determinadas enfermedades endocrinas como la diabetes. 
Pero la principal influencia endocrina parece ser la menopausia de las mujeres. 
La artrosis suele empezar a dar síntomas al iniciarse la menopausia y aparece antes si ésta es precoz.
 
OSTEOPOROSIS
La pérdida de masa ósea que se produce en la menopausia, provoca que los huesos sean más finos y transparentes y, por tanto, causa determinante de la aparición de artrosis. De ahí la importancia del tratamiento preventivo en las mujeres menopáusicas con la terapia hormonal sustitutiva, ya que puede hacer disminuir las manifestaciones clínicas de la artrosis.
Los traumatismos
 
Un traumatismo puede originar artrosis más adelante, siendo más claro en el caso de una fractura articular y más relativo en grandes traumatismos únicos o en pequeños traumatismos repetitivos.
La constitución
 
Hay diferentes variaciones constitucionales, como pueden ser el geno varo (rodillas separadas) o valgo (las rodillas se tocan y los tobillos están separados), las caderas varas (modificación del ángulo normal de la articulación de la cadera), los desequilibrios pélvicos, la escoliosis o la hiperlaxitud articular, que son condicionantes de la aparición de la artrosis.
 
El deporte
 
La práctica deportiva no favorece la aparición de artrosis, pero los traumatismos, los excesos articulares y las lesiones de sus partes blandas (meniscos, ligamentos) así como sus secuelas posquirúrgicas, pueden ser factores determinantes en la degeneración articular.
Puedes ver más información en el apartado de Dietética y Nutrición para deportistas Clicar
 
Los microtraumatismos en el trabajo
 
Algunas actividades laborales o cotidianas sometidas a microtraumatismos de repetición por el uso constante de determinadas articulaciones, pueden asociarse a la aparición de artrosis en puntos poco frecuentes, como las articulaciones metacarpofalángicas, muñecas, codos y hombros.Los diferentes tipos de artrosis pueden darse a causa de trabajos específicos, como las artrosis lumbar y de rodillas, asociadas a los mineros; las artrosis de codo y muñeca, a los usuarios de martillos neumáticos; la artrosis acromioclavicular (en el hombro), a los albañiles, y la artrosis de cadera, a los agricultores.
 
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